El
Campo De Golf.
En estos días de confinamiento
debido al Coronavirus Covid 19, recupero una de mis últimas exploraciones, he aquí
la misma.
Historia:
El campo de gol que he visitado antes del
confinamiento, lleva cerrado desde un cierto tiempo. Las deudas acumuladas por
la empresa explotadora eran insoportables así que decidieron dar el punto i
final.
Este campo de golf fue diseñado por el
golfista Severiano Ballesteros i se inauguro en 1994 convirtiendose en el
primer campo de golf publico en la zona de Cataluña.
En 2015 se concedió el mismo a
una sociedad limitada privada la cual se dedicaba a la explotación de fincas
rusticas. La misma quería realizar inversiones de mejora para atraer clientes
nuevos. Estas obras no llegaron nunca i el estado del complejo fue empeorando
día a día hasta llegar a nuestros tiempos.
Según he podido saber, están
estudiando reabrir lo.
Mi Exploración:
Un día pasando por la zona
mientras hacía deporte con mi btt, vi que habían unos bugís delante de una
puerta que estaba abierta, me acerque el lugar i vi que era un campo de golf.
Así que me decidí a ir otro día para hacer una visita a las instalaciones.
Un tiempo después me decidí a
salir a explorar la zona. Lo primero en que me figue ya que entre por la puerta
principal es que los bugís de golf estaban medio destruidos, subí un poco mas i
la primera de las instalaciones estaba de la misma manera, pintadas en las
paredes, vidrios rotos, paneles arencados etc.
Un poco más arriba hay un hangar,
cuando llegue a la puerta parecía como si hubiera habido una guerra. Todas las
paredes estaban quemadas, igual que una fila larga de bugís para desplazar se
por las instalaciones. Aquí empecé a fotografiar sin parar la visión dantesca
de este sitio. Las oficinas que estaban dentro estaban saqueadas. No entendía
el porqué lo quemaron todo, podía haber sido los empleados enfadados por no
hacer recibido sus pagas durante meses? O eran delincuentes comunes que se habían
divertido como ellos saben ¿No tenia respuesta.
Un poco más arriba otro edificio
que por lo que pude ver era el Bar. Restaurante del campo de golf, pero como no
en lamentables condiciones, para no cambiar.
Seguí por el campo, viendo los
diferentes oíos i me imaginaba la gente con sus palos de golf i bugís jugando
por la zona.
Sin más salí de las instalaciones
con un mal sabor de boca.
He aquí otra de mis exploraciones
en solitario.
Thierry Lasne Benazet