El Hostal De La Margineda:
Os voy a explicar una leyenda que vino a mis oídos por parte de un anciano de Andorra.
Os voy a explicar una leyenda que vino a mis oídos por parte de un anciano de Andorra.
Havia una vez un hombre llamado Joanot del Hostal, este
hombre se hizo una novia mas joven que el, esta era de un pueblo vecino llamado
La Seo d´Urgell. Los ancianos del pueblo comentaban entre ellos:
¨Que bonita es la forastera, demasiado bonita para Joanot, esto no puede acabar bien
¨Que bonita es la forastera, demasiado bonita para Joanot, esto no puede acabar bien
Un tiempo después de haber festejado, Joanot del Hostal
decidió pedir su mano a los padres de ella, que accedieron a su petición.
Cuando se casaron, de nuevo los ancianos del pueblo
repitieron:
¨Que bonita es la forastera, demasiado bonita para Jeanot,
esto no puede acabar bien
Pero el recién casado Joanot no hacia caso de los
comentarios de los ancianos del pueblo ya que estaba demasiado enamorado de su
mujer.
Al cabo de un tiempo parecía que Jeanot havia rejuvenecido
con su nueva mujer. Los jóvenes de los pueblos cercanos he incluso de algunos
pueblos de la Seo d´ Urgell venían numerosos al hostal de la Margineda que
regentaban. Parecía que el vino que ponía en mesa fuera el mejor del mundo, que
sus comidas fueran las mas gustosas. Las risas y los cantos llenaban de alegría
el hostal.
Los jóvenes le iban preguntando: ¨ Pero como has podido
enamorar a una mujer tan bella?¨ y Joanot respondía: ¨Es la suerte que me
acompaña¨.
El no se percataba de las miradas que los jóvenes lanzaban a
la esposa, ni tampoco de las miradas que su esposa de volvía a los jóvenes.
Un día la joven esposa se fijo en un joven forastero mas
bello y atrevido que los que avían pasado asta la hora en el hostal. Este joven
repitió en varias ocasiones en estancias en el hostal. Un día el joven
aprovecho que Joanot estaba despistado para decir le a la joven esposa: ¨Te
quiero para mi solo¨
En un primer momento la joven esposa, no le hacia caso y se
reía de los comentarios, pero el forastero le repetía la misma frase cada vez
que la veía.
La joven esposa empezó a pensar malamente y por su cabeza
pasaba la idea de cómo hacer desaparecer a Joanot.
Entonces un día la joven esposa se desplazo asta Engolasters
a ver una vieja bruja que conocía y le digo que tenia una persona a la que
quería escarmentar. La vieja bruja le aconsejo de coger un poquito de raíz de
tora y que lo pusiera en la bebida. Pero la joven esposa no quería solo
escarmentar a Jeanot si no que quería deshacer ce de el para poder estar con el
joven que le tiraba los tejos.
La joven esposa sabia que esta planta era la mas venenosa
del valle, y después de hacer una buena infusión se la dio a Joanot.
Joanot enfermó, pero el cegado por el amor que le tenia a su
mujer, le hizo seguir bebiendo de lo
que le daba cada día su mujer. El no paraba de repetir: Que suerte he tenido en
conocer te y de casar me con tigo¨, ya que según el, su mujer lo estaba
cuidando. Pero al cabo de unos días Joanot murió.
Cuando la joven esposa enteró a Joanot, de golpe se
enriqueció, su avaricia hizo que no quiso saber nada del joven que la cortejaba
y como mas dinero tenia mas quería. Como lo de la bruja le funciono, aprendió
algunos hechizos para hacer que el dinero le llegara de mano de ricos herederos
que se paraban en el hostal.
Muchos herederos ricos desaparecieron después de su paso por
el hostal.
Por este motivo los rumores volvieron y los ancianos murmuraban:
¨ Es la forastera que tiene el hostal embrujado
Estos murmuros llegaron a orejas de la joven viuda, pero
ella no les hacia ni caso.
El tiempo paso el hostal se hizo viejo sin que la viuda
arreglase nada en el. Tambien les diré que la viuda perdió su esplendor. Los
ancianos seguían murmurando asta que un día, la viuda vieja y sola murió.
El día de su entierro, cargaron el féretro en un carro y
emprendieron el camino hacia el cementerio. Pasado unos cuantos metros,
tuvieron que detener el carro ya que los pobres caballos que tiraban de el ya
no podían mas. Después de descansar un poco reprendieron el camino pero cual
fue la sorpresa que los caballos después de hacer algunos pasos mas cayeron al
suelo extenuados.
Estupefactos los hombres se acercaron asta una masia cercana
para ver si les dejaban un par de vacas, las cuales pusieron en el lugar de los
caballos.
Finalmente las vacas lograron retomar el camino, pero poco
después tuvieron que volver a parar ya que las ruedas se estaban hundiendo cada
vez mas. Después de sacar las vacas, el carro siguió hundiéndose bajo los pies
de los hombres que se quedaron asustados. El Sarcófago que contenía a la viuda
desapareció completamente bajo tierra.
Al día siguiente, en
el lugar en donde pasaron los hechos, solo quedo un gran agujero. Un agujero
que hoy en día aun se puede ver en el camino de va desde la Margineda asta
Santa Coloma.
He aquí la leyenda de la Margineda.
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